Nos hemos pasado toda la cuarentena predicándole al viento que a los anunciantes no les era conveniente cancelar sus anuncios exteriores bajo la errónea premisa de que “nadie me va a ver porque no hay nadie en la calle” cuando, de acuerdo a nuestras propias investigaciones, el 50% del público no siguió el “quédate en casa”.
Entonces, lo poquito que quedó de publicidad exterior en la calle ganó mucho en notoriedad y recordación. Tal fue el caso de El Palacio de Hierro con la joya que ahora publicamos y con motivo del Día de las Madres. Se trata de una campaña creativisima desde su concepción, con un escenario de lo más sencillo y que, aparte de recordarnos tan significativa fecha, nos proyecta la imagen de la mujer moderna, en su papel de madre, a quien ya nada le parece imposible… ¡bien!
Campaña que tuvo también otros tratamientos, que ya estamos enviando para su calificación por parte del Jurado del Tótem 2020. Y llamamos la atención de todos nuestros lectores hacia el inquietante momento que está viviendo en estos momentos la industria del exterior: nos encontramos justo en el preciso instante, entre el “listos” y el “fuera”; (“en sus marcas, listos…”).
El dedo del juez está a punto de jalar el gatillo y el que se atonte, ya sea que se adelante o que se atrase, no le va a ir bien. Porque ahora, como pocas veces en la vida, lo que más falta le hace al medio exterior es creatividad en sus contenidos.