Todo parece indicar que, después de casi 10 años de trajín en la CDMX, trabajando como creativo en agencias como DDB, Y&R, Terán TBWA y otras, al colega Antonio Orozco le hartó el estrés de la gran ciudad y se fue con todo y chivas a vivir a la Ciudad de Puebla, (que por cierto está cada día más y más bonita), donde, después de un tiempo de freelancear, el buen Toño abrió su propia agencia de publicidad bajo el nombre, obvio, de Antonio Orozco Publicidad donde ya atienden a clientes como Chuck E. Cheesses, restaurantes temáticos infantiles; las linternas de mano Nitecore. Y varios más, tanto a nivel nacional como local.