Las leyes del mercado son inflexibles y no se puede, a base de puros huevos ir contra ellas. Las propias agencias de medios, en su mayoría, se encargaron de pervertir lo que pudo haber sido un buen negocio y ahora avientan tarascadas, a diestra y siniestra, para tratar de ganar más con quien se deje.
De eso ya se dieron cuenta los anunciantes quienes, día con día, intervienen más en las negociaciones y las contrataciones de medios para sus campañas. Y a río revuelto, ganancia de pescadores: prácticamente todos los días en lo que va de este 2018 nos hemos enterado de agencias, antes puramente creativas, que ya abrieron su propio departamento de medios… ¡y les está yendo de maravilla!