Me pase todo un fin de semana viendo el desfile de los dizque “ganadores” en Leones de Cannes 2021 y la verdad es que desencantado y decepcionado. Y no porque las ideas ahí expuestas son malas. Al contrario, me parece magnificas.
Lo que sucede es que ya muy pocas de ellas caen dentro de la categoría de publicidad, entendiéndose como tales aquellas que fueron creadas con el estricto propósito de generar más ventas e imagen a la marca patrocinadora. Si ese no es el caso, creo que los organizadores deberían hacer ya otro concurso, que vuelva a los orígenes y reconozca a los contenidos más difíciles de hacer en el mundo de la comunicación.
Porque, como Julián Huxley lo dijo un día: “es mucho más fácil ganarse la simpatía o la lastima del público, que escribir un anuncio que convenza a la gente acerca de los beneficios de un producto de una marca determinada”.
Lo que vimos en los Leones de Cannes 2021 no es publicidad. Eso es otra cosa y por eso hay ahora tantos premios. Porque, al final, se trata de un negocio.