Ojo al kit que llegó a nuestras oficinas apenas iniciada “la vuelta a la normalidad”. El producto es fabricado por Bayer y se llama Flanax Nocto, a base de naproxeno y difenhidramina. Y agárrense… ¡lo traen de Alemania!
Cuando, debido a lo dolores reumáticos y musculares la persona no puede dormir, se afecta el ciclo del sueño lo que se traduce en días con cansancio, falta de concentración, mal humor, depresión y muchos otros malestares. Dos comprimidos antes de dormir de Flanax Nocto aliviarán ese dolor y favorece el descanso reparador.
El kit promocional, aparte de presentar los síntomas de lo que la agencia bautizó como El Efecto Zombie, (me imagino que por la falta de sueño) mostró también, de manera clara y sucinta, lo que toda campaña debe contener: problema, resolución y beneficios.
Con el gimmick promocional, por cierto muy ad-hoc, de un antifaz para dormir, un cojín de viaje y una almohadilla congelable para el dolor.
Solo nos resta una pregunta obligada para que esta nota quede redonda: ¿quién fue la agencia responsable?
De antemano sabemos que en este tipo de esfuerzos mercadotécnicos el héroe debe ser el producto, la marca es quien debe de acaparar todos los reflectores, pero… ¿no creen ustedes, mis amables lectores, que cuando las cosas se hacen bien su responsable merece un aplauso?