Todo el gremio sabe que Archer Troy, la agencia que dirige nuestro amigo Miguel Arciniega es “la agencia” en cuestiones cinematográficas en este país: ellos han hecho infinidad de exitosos lanzamientos de toda clase de películas para diferentes tipos de público.
Por citar solo un ejemplo, si “Los Minions” son ahora celebérrimos es porque La Legión llevó a cabo la publicidad para el primer filme de Mi Villano Favorito. Y son cientos los ejemplos así.
De tal manera resulta hasta lógico que, cuando se levantaron de forma parcial las restricciones para que la gente pudiera asistir a las salas de cine, ahora que ya nos acostumbramos a vivir bajo la sombra del COVID y que hemos aprendido, (es un decir), a guardar nuestra sana distancia, la agencia indicada para hacer una campaña al respecto fuera Archer Troy: así nació “Volvamos al cine”, un llamado a todos los que, como yo, somos cinéfilos de corazón. Fue un reclamo que ya urgía y que, por lo mismo, jaló muy bien… pero poquito.
En efecto, la gente ya comenzó a volver a ir al cine, pero no en las cantidades deseadas porque tienen miedo. Temen contagiarse. Bueno: eso es parte porque, en honor a la verdad, a mí me parece que la campaña en cuestión fue muy corta y en solo unos cuantos medios exteriores. A lo mejor fue tan chiquita porque a la industria fílmica nacional le dio miedo molestar a la autoridad, pero ni modo. Volvemos a lo de siempre: o nos morimos de contagio o nos morimos de hambre. No se pueden las dos cosas y alguien tiene que trabajar.
Mientras son peras o son manzanas, Archer Troy sigue sirviendo a sus clientes tradicionales, como a pastas La Moderna, a Amazon Prime y a otros: sin despedir a nadie del personal, ganando no pocos premios internacionales, como en El Ojo de Iberoamérica y otros y esperando que el semáforo se ponga en verde.