En plena controversia para tratar de averiguar qué era lo mas conveniente para enfrentar el proyecto de ley que pretendía impedir a las agencias de medios y de publicidad actuar como intermediarias, se dio un polémico debate en las oficinas de Anuncios Técnicos Moctezuma entre un abogado, del despacho del Sr. Araujo y otro sin especificar.
El segundo sostuvo la tesis de que no había tal proyecto de ley, ya que el documento era por entero anticonstitucional, carecía de “dientes” para poder aplicar y terminaría por ser derogado.
En cambio el licenciado Araujo, al igual que otros muchos despachos sin escrúpulos, puso el grito en el cielo, se la pasó amenazando y afirmando que había que cumplir con todo lo exigido y que “eso va a costar un buen billete”. Y nosotros ya no supimos en qué acabó el sainete en ATM: al parecer la gente de Leticia Rodríguez pagó… por nada. La engañaron de principio a fin.
Si Panchito Rodríguez, que en paz descanse, volviera a nacer, seguro se volvía a morir del coraje por la transa.
Moraleja: no se dejen llevar por abogansters mis queridos lectores. Ahora sí que se vale pedir varias opiniones.
A otro amigo, de otra agencia, le sacaron 400 mil pesos, quesque “por ampararlo”: le vieron la cara de ignorante y lo robaron. Solo El Publicista, desde un principio, recurrió a la voz de un especialista, en este caso Saúl Mendoza, quien desde un principio dijo lo correcto: “nos quieren asustar con el coco” y dicho remedio de ley nunca va a pasar… ¡se los dije!
Con despachos de abogados que viven de asustar a su clientela, (que ustedes saben quiénes son), ni al baño porque hasta el jabón se pierde.
Saúl Mendoza, abogado con especialidad en publicidad del gremio.