Como hemos venido diciendo a lo largo de nuestras últimas columnas, El Publicista se ha visto obligado a hacer recorridos a pie por las principales zonas publicitarias de la CDMX… ¡con tacón alto y al rayo del sol! Todo para comprobar en dónde quedaron no una, sino muchas agencias que desaparecieron de un día para otro y sin avisar a dónde se iban.
Tales son los casos de Sparkling, Starbrands, DDB y otras de las que ya iremos hablando más adelante. Se dice, de manera específica, que Cheil ya colgó los tenis en este país. Y de empresas productoras, de audio y video, ya no quedan rastros de Wippost, Pixel, Lookas Audio, (¿a dónde te fuiste Chinito?), y de Master Hiperbox, de Luis Alberto Rodríguez, que había sobrevivido a todo pero que, al parecer, ahora sí se lo llevó patas de cabra.
El hueco más grandes, en Santa Fe, lo dejó Leo Burnett, de quien se sabe ya ni director tienen: ¿entonces, cómo están trabajando?
Un caso extraño es el de Prado Sur Audio, donde los vecinos aseguran que “ahí sigue”, pero llevan meses sin ver a Rodrigo Barberá. Pero sin duda el caso que más ha llamado la atención es el de Recreo que nosotros no sabemos si tienen oficinas o casa, pero que con motivo de su aniversario, ahora se les ve por todos lados.