Todo mundo se la pasa diciendo que “ya prontito” vamos a regresar a la normalidad: lo malo es que nadie se atreve a dar una fecha específica. Ni siquiera un aproximado.
Me siento como un náufrago que, a la orilla del mar, ve que a lo lejos se aproxima un tsunami y el morbo de ver cómo llega me impide moverme: presiento que estamos por enfrentar infinidad de cambios de los que muchos, o no quieren hablar o de plano los ocultan.
Específicamente hablando del gremio publicitario mexicano, la mayoría de las empresas y proveedores del ramo en base a su inexperiencia, optaron por cerrar las cortinas sin ninguna explicación previa, durante o posterior… y así llevan ya más de un año. Sin que nadie sepa con precisión qué ha sido de ellas.
Pongamos, por ejemplo, a IPSOS, la más grande compañía de investigación de audiencias en el país. Se sabe que ellos, que llevan a cabo de manera constante el Estudio General de Medios (EGM) llevan más de un año sin poder llevar a cabo, de forma presencial, las miles de encuestas que requieren en su labor. Así las cosas, a mitad de la pandemia, justo cuando la pandemia estaba no dura, sino tupida, el director del área les dio las gracias. Mientras los industriales del exterior se quejan de la nula existencia de estudios respecto a sus medios. ¿E IPSOS…? Bien gracias: no ha sido para emitir siquiera un boletín o fijar su postura de forma pública. Está en el mutis absoluto. Lo que hace suponer que no les van tan bien que digamos.
Y así, por el estilo, andan las demás categorías de la industria de la comunicación en México. Hará una cosa de dos meses trascendió la noticia de que una de las principales agencias transnacionales había decidido dejar sus oficinas por el rumbo de Santa Fe, despedir a la mitad del personal y mandar a al resto a su casa, a hacer home office hasta el fin de 2021. Lo malo es que los rumores así se dan a la orden del día. Y cuando empezaron a proliferar esos chismes y se intentó corroborarlos, nadie en esas empresas, fue para dar la cara. Lo que nos lleva a suponer que cuando el río suena…
Así las cosas preferimos dejar las averiguaciones a un lado y esperar a ver qué pasa, cuando el tsunami de la verdad al que nos referimos al principio de este artículo acabe por descubrir qué sucedió en cada empresa durante la pandemia… ¡de lo que nos vamos a enterar!
Y como eso puede suceder ya, mañana o en cualquier momento, nuestro consejo para los amigos es que ya vayan preparando desde ahora, su “verdad oficial”.
Digo, para que nos expliquen las agencias creativas, en su turno al micrófono, por qué la creatividad mexicana está ahora por los suelos. O por qué, después de décadas de no pelarnos, los Leones de Cannes le otorgan ahora 5 jueces a México, (virtuales, pero cinco al fin).
Recuerden que nuestros medios están abiertos para que cada quien diga su verdad: en versiones se rompen géneros.