La bronca entre los grandes anunciantes de todo el mundo y las compañías digitales, más que por la falta de escrúpulos de Facebook, Google y compañía, parte de los pobres resultados en ventas e imagen que está teniendo la publicidad digital: la inversión no se justifica para nada si se le compara con lo que entra a las cajas registradoras de las marcas.
Así, aparte de las reducciones en esos presupuestos que recién anunció Procter & Gamble, Subway ya dijo que hará otro tanto, mientras las bocinas Sonos y la cadena de autopartes Pep Boys de plano pasaron: se salen de la publicidad digital. Y un importante fabricante de refrescos, en Inglaterra, está que trina -y así lo ha dicho a los medios- porque con su campaña digital nomás no vendió ni madres.
Así las cosas, no debe sorprendernos que las acciones de Facebook hayan caído un 14% en el Nasdaq, lo que significa, en pesos, más lana de lo que vale Costco a nivel mundial.
Pero síganle comprando.