Si a alguien los agarró desprevenidos la pandemia fue a las empresas de investigación de mercados, quienes desde marzo de 2020 no han podido realizar una sola encuesta cara a cara con la consecuente desconfianza por parte de los anunciantes. Claro que quienes a eso se dedican argumentan que las entrevistas son vía telefónica o por internet y son tan confiables como las presenciales, pero eso los clientes no lo creen.
Así las cosas, en uno de los peores momentos de la historia de la industria de la investigación de mercados, a los señores de IPSOS se les ocurre ahora hacer una reorganización de su empresa y, entre lo que YA hicieron, fue darle las gracias a Carlos de Zúñiga, quien toda su carrera profesional la hizo en esa sola y única empresa, en la que Carlos había llegado a ser director del área del Estudio General de Medios: sin exagerar, podemos afirmar que, en esa área, de Zúñiga era “el general”.
Y, encima de todo, IPSOS todavía se da el lujo, a estas alturas del partido, de informar al gremio que “el puesto ha quedado vacante hasta nuevo aviso”… ¡hay gente que ve temblar y no se hinca, me cae!
Y es que, en general, entre el mundo empresarial mexicano hay mucha molestia hacia las casas de investigación, a las que se acusa de no haber sabido responder a la pandemia con la prontitud debida: aún en estos momentos existen muchos huecos de información que los santos señores ni siquiera han pensado cómo resolver. Uno de esos terrible ejemplos se dio cuando la mayoría de los anunciantes retiraron sus mensajes de la vía pública por recomendación de las agencias de medios, quienes argumentaron “si no hay gente en la calle nadie te va a ver”… ¡y no fue cierto! De acuerdo a los posteriores reportes de movilidad el 48% de la gente NUNCA se quedó en casa, con lo que los impactos y ventas se fueron al caño.
Y, ahora, ante semejante caos, IPSOS emprende una reorganización, que le lleva a perder a su personal clave, sin tener una clara idea de a dónde quiere llegar: con su pan se lo coman.