Desde siempre se ha acostumbrado que, cuando un anunciante no tiene material, léase el anuncio, para el medio que va a contratar, sea éste último el que lo desarrolle mediante un costo extra.
Así se ha manejado, desde hace más de 50 años el canal que Televisa opera en el área de Los Ángeles, en California, allá en EU. Y la fórmula es siempre la misma: se llama a alguna de las estrellitas que Televisa tiene en México y se le pide que haga un testimonial con los argumentos de ventas del producto o servicio. Y listo.
Así empezó Chiles Ortega y también muchas otras marcas dirigidas al mercado hispano de Allende el Bravo. Todas venden lo mismo: nostalgia por México. Lo malo es que, insisto, en 50 años la fórmula no ha variado para nada. Y obvio, tan pronto la marca pasa su noviciado en ese mercado, se busca una agencia para que le hagan todo bien y en orden.
He querido poner este ejemplo porque nos enseña, con claridad, cuál es el criterio de Televisa en lo que a la creación de contenidos se refiere: siempre lo mismo, siempre lo básico.
La historia de la Cenicienta repetida hasta el infinito. La falta de innovación desde cualquier punto de vista. Entonces, mis queridos lectores… ¿ustedes creen que con ese criterio en Chapultepec 18 le van a poder competir a las otras cadenas como Netflix, Amazon, Disney+ y demás en donde lo nuevo es la constante?
Ojalá y Emilio Azcárraga y su gente entiendan que NO todo es “Hoy” y hagan lo pertinente: no les va a costar nada, solo tienen que contratar talento free-lance. Y darle libertad.