Haciendo las averiguaciones pertinentes sobre el lugar sede del desayuno del Día del Maestro, en donde el Dr. Jean Domette dio una interesante conferencia titulada “La Historia del Empaque Mexicano”, nos vinimos a enterar que la casa que ahora alberga al Restaurante Loma Linda cuenta con 90 años de existencia: se construyó en 1928, cuando a su alrededor no había nada más que un tupido bosque. Ello propició que en el mencionado lugar se abriera un salón de baile de nombre… ¡La suástica! (o suástica).
¿De dónde se les ocurriría ese nombre? Salón de baile de mala reputación. Ahora ya no es así: ahora solo hay ahí movidas los jueves. Al transformarse en un restaurante para gente decente y de centavos, (comer ahí cuesta un ojo de la cara), el lugar tomó el nombre de “La Tablita” porque ahí servían carnes. Solo que, al parecer, un vivales les ganó al registrar ese nombre en derechos de autor y el restaurante adquirió “El Loma Linda” con el que ahora se conoce.
Moraleja: hay que ir los jueves.