A ti, lectora o lector queridos, te pedimos que hagas el siguiente breve experimento. Que les preguntes a las personas que tú quieras si es que escuchan la radio. El 98% de ellas, al menos en la CDMX, te van a responder que SÍ.
Así las cosas, durante la última semana de enero de 2021, el Instituto Nacional de Estadística, Geográfica e Informática, el INEGI para acabar pronto, publicó los resultados del Censo General de Población y Vivienda que, como cada 10 años, realizara en el 2020. Y, en el renglón correspondiente, se afirma que, de acuerdo a esos resultados “el mexicano ya no oye radio”.
Como es lógico suponer, la industria radiofónica nacional –y con ella todos los mercadólogos de este país- están ahora rasgando sus vestiduras y vociferando quién, cómo y por qué se hizo un estudio con tan irreales resultados.
Como que, justo es decirlo, fue responsabilidad absoluta del Gobierno de la 4T: que no venga a decirnos ya saben quien que todo fue obra y gracia del neoliberalismo porque no es así. Que asuman sus culpas como Dios manda. Porque, al parecer, todo estriba en la forma en que se trató de averiguar el correspondiente dato.
Lo sé porque en mi juventud yo también fui encuestador de un censo de población, (en 1970), el visitador a domicilio preguntó:
-Dígame, de los siguientes artículos, tiene usted en casa. Responda con un Sí o NO… (y el entrevistador se lanza enumerando toda la serie de artículos electrónicos y/o de línea blanca habidos y por haber: estufa, TV, lavadora, refrigerador, radio, etcétera). Y, de acuerdo con la forma de vida del pueblo sabio, (que somos todos), en los hogares ya casi no hay aparatos de radio… ¡pues sí! En ese sentido, con el radio está pasando lo mismo que pasó, en su momento, con la máquina de coser: que la gente ya no la use, no quiere decir que andamos todos encuerados y sin ropa.
Lo que debió de haberse preguntado, conforme a los hábitos de vida del siglo XXI fue… ¿escucha usted la radio… con qué frecuencia… en qué plataformas, (o aparatos)?
Porque sucede que, en la era digital, la gente oye la radio, todo el día, en todas las formas habidas y por haber: en el coche, en el trabajo, en el celular. Tan solo en el teléfono celular, el 34% de los propietarios de un aparato así oye ahí la radio. Y la costumbre va en aumento. Y la cobertura en general, entre la población, de esos teléfonos anda ya cerca del 100%: de hecho muchos, entre los que me incluyo, tenemos uno o dos receptores de ese tipo. Todo ello explica por qué “otros datos”, por entero confiables, arrojan que de hecho el 98% de los mexicanos oyen a la radio por costumbre.
El dato, por demás perturbador, viene a mostrarnos cuán fácil es manipular la verdad para alegar que “AMLO es muy popular”, cuando ello es completamente falso: nuevamente hacemos un llamado a la ciudadanía para que se abstenga de creer en “encuestas” en las que el presidente es más popular que La Adelita. Porque sería interesante conocer el área geográfica en donde Roy Campos y compañía llevan a cabo sus sondeos de opinión: si esa área es el sureste, pues con razón tienen esos resultados. Pero, si son del centro del país a la frontera norte casi nadie aprueba a Morena.