El último día de febrero del 2018 tuve la suerte de asistir, casi casi de colado, al 20° aniversario del Consejo Nacional de Autorregulación (CONAR) en donde la Sra. Alondra de la Parra se lució dictando una conferencia, con quinteto de cuerdas y toda la cosa, titulada “Líderes en el atril”.
Conferencia que tuvo que arrancar con una hora de retraso debido a que ese mismo día, en el Auditorio, hubo un concierto de… ¡Luis Miguel! (ya se imaginarán ustedes, queridos lectores, el viacrucis que fue llegar a El Lunario).
Debo señalar que Alondra de la Parra es una señora joven y muy guapa, toda una dama, quien acudió a la mencionada cita en notable estado de embarazo, casi casi a punto de dar a luz, por lo que se le agradece mucho el favor que nos hizo.
Y aunque dijo cosas que ya todos sabemos, la parte medular de su conferencia partió de que una orquesta es un equipo en donde, ante todo, debe de haber confianza: confianza del director en sí mismo; confianza de los músicos en el director y confianza de todos entre sí. Lo que de entrada nos lleva a la conclusión de que, si el director es bueno, la orquesta es buena.
Y como todos los día se aprende algo nuevo ahí, a estas alturas de mi vida, me enteré que el segundo de a bordo en toda orquesta es el músico que se sienta en primera fila, del lado izquierdo del director, al que se denomina concertino; en el fútbol, nos dijo la Sra. de la Parra, el dúo de mando está compuesto por el director técnico y el capitán del equipo. Otro tanto sucede, en una orquesta, entre el director y el concertino.
En fin, que la conferencia fue muy provechosa y el evento, en general, de lo más creativo que hemos visto. Y con una asistencia de peluche: por ahí vimos a Gunther Saupe, Jean Domette, Arturo Huerta; Rodrigo Cámara, Paty Millet, Alejandro Ramos, Armando Villaseñor, Jorge Goenaga y a muchos otros amigos, todos ellos pertenecientes a “los auténticos 300”, como diría el Duque de Otranto.
Agradecemos a nuestra amiga Karla Ávila, directora de CONAR y al Maestro José Luis Barros, su presidente, por tan gentil invitación. Y felicidades a María Elena Sánchez Pardo por tan excelente organización.