Que conste que siempre hemos sido amigos de Carlos Alazraki Grossman y así lo hemos demostrado al correr de los años: no se olviden, queridos amigos lectores, de la bronca que nos aventamos con Santiago Pando el día que este último se aventó a criticar a Alazraki nomás de a gratis.
De ahí que con ese derecho de picaporte, (si así se le puede llamar), nos atrevemos ahora a decir que Carlos Alazraki se está, más que quemando, auto-inmolando por haber aceptado asesorar al pobre diablo de Juan Antonio Meade y al PRI en su campaña por la presidencia de este país que, antes que salir de sus miles de problemas, le está rogando a Dios salir del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de las miles de broncas que el otro pobre diablo de Enrique Peña Nieto nunca pudo resolver: con razón AMLO lo califica como al “payaso de las cachetadas”.
Así las cosas, los del PRI, desesperados porque nada les ha funcionado, han recurrido a la locura de sacar a Alazraki de su semi-retiro con la esperanza de salvar a un barco que, todos lo vemos, hace agua por todos lados.
¿Pero qué necesidad, criatura? Como diría mi tío Genaro, de allá de Monterrey, ¿qué necesidad tiene el Sr. Alazraki, después de haber hecho una distinguida carrera como publicista, de volverse a quemar con el PRI, (recordemos que ya le pasó lo mismo con el hampón de Roberto Madrazo), pudiendo vivir cómodamente de sus rentas y de la producción de películas y series de TV?
Porque Carlos, a quien todos ven como a un triunfador, se arriesga al fracaso y se pone del lado de un partido al que nadie quiere por corrupto… ¡ese horno no está para bollos, mi querido Carlos!
¿O ya estás amolado y lo estás haciendo por necesidad? Dime la verdad: nosotros te comprendemos, que para eso somos amigos. Pero no te quemes de ese modo. Porque, además, los propios priistas, que se supone que te tendrían que ayudar, ya andan por ahí, pregonando a los cuatro vientos que todo y por todo los regañas.
Un Comentario
Alfonso Gasca Pacheco
Así se habla, querido Toño. Algo se esta quemando, alguien está mintiendo, alguien se está quemando y ese es,
efectivamente, Alazraki. Saludos