Una vez que, a las mil quinientas pero al fin, el Gobierno definió algunas fechas, los anunciantes han ordenado a sus agencias de medios llevar a cabo las acciones necesarias para contratar –y en algunos casos recontratar- a la publicidad exterior a partir de mayo próximo.
Las empresas enfrentan ahora el urgente reto de tener que cumplir con sus objetivos de ventas en un año de contingencia sanitaria y de crisis económica. Y todo, además, con el mínimo de presupuesto posible. Y la única capaz de cumplir y de satisfacer esos difíciles requisitos es la publicidad exterior con lo que, toda la primera semana de abril de este 2020, las agencias de medios se la han pasado llamando a los industriales del exterior para plantearles, a todos, las siguientes propuestas:
-Oye, ya me pidió mi cliente que vaya yo viendo el contratarte lo que antes teníamos, (o una nueva campaña) empezando mayo próximo… solo que, si quieres que me vaya contigo, me tienes que dar un precio mejor que el de antes… más una buena bonificación: tú dices…- plantean los felones. El que nació para buitre todo se le hace carroña.
Dicho en síntesis, a las marcas no les va a quedar otra que contratar publicidad exterior o dejar de vender. Y, a río revuelto, ganancia, más ganancia, para agencias de medios.
Esta situación, que se está viviendo justo en estos momentos, se está dando entre todas las agencias por lo que hemos creído pertinente prevenir a nuestros amigos del medio exterior: con esos amigos para qué quiere uno enemigos.