Ya antes hemos hablado en este espacio sobre la manera tan altamente avanzada, por su tecnología, con la que SinTráfico mide, en tiempo real, a la gente que anda en la calle. La empresa que lidera Eugenio Riveroll nos ha llevado al futuro, desde hace ya algunos años, con la metodología que aplica para realizar sus monitoreos y que parte, básicamente, del registro de todos los celulares que operan en un área urbana determinada que, para este artículo, tomaremos como ejemplo la CDMX.
Sucede que, sin que los usuarios nos demos cuenta, dichos aparatos emiten una señal, de forma permanente, que a su vez es registrada por otros equipos: son millones de celulares a los que se tiene registrados, (son todos) y, en tiempo real, la tecnología puede decirnos en dónde anda la masa: si está en su casa, anda en la calle o, de manera inexplicable, está detenida en algún hotel de paso, (ay nanita).
De tal forma, cuando las autoridades decretaron la cuarentena, la movilidad, en las calles de esta gran ciudad, cayó en un 80%: solo el 20% de las personas se aventuró a salir de sus hogares. Ante esa contingencia, las agencias de medios encajosas le salieron a los medios con la embajada de “si yo antes te pagaba equis porque me viera la totalidad de los millones de gentes que andan en la vía pública, ahora me tienes que cobrar menos, el 20% de lo que antes te daba” esgrimieron los ventajosos que nunca faltan.
A lo que yo pregunto: ¿sucedió lo mismo con el resto de los otros medios, la TV, la radio, los periódicos y demás?
Pero advierto que me estoy desviando del tema.
Con ese despiadado argumento, aplicado de forma por entero unilateral, medios, agencias y anunciantes se han enfrascado en una discusión, que por momentos adquiere tintes de lucha. Pero que ya, pronto, va a tener que solucionarse porque ya cada día hay más gente en las calles y, si todo continua como se ve, me atrevo a vaticinar que, para cuando llegue el semáforo verde, va haber más gente fuera de casa que incluso antes de la pandemia: vamos a ser millones y millones.
(Si no me creen, invito a mis queridos lectores a subirse, ya ahorita, al S.T.C. Metro a cualquier hora de cualquier día: la gente ya está ahí mas amontonada que nunca).
Así las cosas, para mayo – junio del 2020 la movilidad ya era del 48%. Y seguía subiendo.
¿Qué hacer… qué podemos aprender de este fenómeno, sin precedentes en la sociedad mexicana?
Como buenos ignorantes de buen juicio, nosotros nos fuimos a entrevistar a Eugenio Riveroll, quien nos comentó:
“Dado que la pandemia nos tomó desprevenidos a lo largo de un año se han dado muchos errores, pero también muchos aciertos, de los que podemos concluir, como principal lección, el que la gente ya modificó, para siempre, sus hábitos para salir de sus hogares: ahora somos más selectivos. Lo pensamos y lo planeamos más. Y, por lo mismo, como que lo disfrutamos mas porque vamos de compras, a hacer el super, a comer a un restaurante. Ese estar a gusto es algo que los publicistas y anunciantes deben capitalizar YA, cuanto antes.
Porque debemos recordar que ahora el consumidor ya está en movilidad y, por lo mismo, las situaciones cambian de continuo. Y ello nos lleva a la segunda lección: ahora la investigación y el monitoreo deben ser permanentes. Los estudios y sus resultados deben darse al momento, en tiempo real, para poder tomar decisiones rápidas y a favor de la marca.
Porque sucedió, a mediados del 2020 cuando ya muchas marcas habían hasta cancelado sus pautas en medios exteriores, que ya el 48% del público, con poder adquisitivo, ya estaba en la calle y nadie aprovechó la situación para incrementar su presencia, recordación y ventas. Al punto, les recuerdo que la información que da Sin Trafico es total y en tiempo real. Ello les está sirviendo mucho a los que se llaman “medios de proximidad” ya que la gente, ahora, prefiere salir cerca de su casa.
Por lo mismo, las categorías de nuestros clientes se están ahora diversificando: cada vez tenemos más que son agencias y anunciantes. Todo lo cual nos lleva a concluir el que ahora, tras la pandemia, la información estratégica es más valiosa que nunca”, concluyó Eugenio Riveroll.
Y se despide no sin antes prometernos más, muy pronto.