Nosotros sabemos bien quien es ella y no se nos olvida. Durante la nefasta y corrupta era de Silvain Chevalier en Havas México, una de las principales compradoras, ahí, se llamó Abigaíl Méndez. Todos los medios, sobre todo los de vía pública, hablaban pestes de ella por cómo los exprimía a mas no poder. Y era prepotente y grosera, además.
Sin exagerar, podemos decir que de cierto modo extorsionaba a sus proveedores. De tal forma, no es de extrañar que, cuando el corporativo hizo limpieza, junto con el Sr. Chevalier salieron de esa agencia toda su gente.
Situación que, con absoluto descaro y conchudez, fue aprovechando por Doña Abigaíl para montar su propia empresa de medición de audiencias urbanas, en asociación con la empresa española Infinia Mobile, quienes al parecer siguen sin saber qué clase de alacrán se echaron encima.
De entrada, el primer cliente que presumió Infinia olió a contubernio ya que Mariana Miranda, otra de las consentidas de Silvain, llegó a JCDecaux como directora comercial. Fue un puesto en el que la Sra. Miranda no duró mucho, pero sí lo suficiente como para otorgar a Infinia Mobile el manejo de la data de sus estructuras.
Y ahora, buscando seguir durmiendo a publicistas y anunciantes a base de pura verborrea, el pasado 29 de marzo, Abigaíl y sus secuaces organizaron en el Museo del Papalote una serie de dizque mesas redondas para hablar del futuro de los medios exteriores, entiéndase como “futuro” el planteado por las pantallas electrónicas en la vía pública… ¡los señores están apenas descubriendo ahora, un fenómeno que lleva ya 15 años en las calles!
Un “futuro” con 15 años de existencia y en donde esa nueva tecnología ya se acomodó al mercado. Se ponen a descubrir el hilo negro y buscan sorprender a los incautos organizando “mesas de discusión”con pura gente de escasos conocimientos en la materia de publicidad exterior en México.
Para muestra basta un botón: se informó que en una de esas “mesas de trabajo” el coordinador iba a ser un tal señor de nombre Aramis. Y en las otras, digo yo, estuvieron D’ Artagnan, Portos y Athos… ¡puros cuentos!
Y como prueba de ello tenemos el hecho de que al remedo de evento mencionado no invitaron a nadie de prensa para que los balconearamos. Ni tampoco a la gente reconocida del medio: fueron puros desconocidos. Para que nadie los criticara.
En fin, que me parece muy bien que se promueva al medio exterior, que El Publicista ha reconocido ya como al mas importante de este momento. Pero que se promueva bien, con la verdad y no con espejismos que solo buscan llevar agua al molino de gente como Abigaíl y compañía. He dicho.