El tema de la medición y clasificación de audiencias en medios exteriores está ahora al rojo vivo, más candente que nunca y casi todos los días hay noticias, buenas noticias, al respecto.
Lo cual, dicho sea con toda justicia, no hace más que refrendar el interés de clientes y agencias en el medio.
Así, nos hemos enterado de que el Consejo de Investigación de Medios, el famoso CIM, lleva ya un buen tiempo tratando de establecer una norma mexicana para la evaluación de audiencias en exteriores. Ya debería haberla terminado. Y si no lo ha hecho es porque la firma especializada con la que está tratando de hacerla se rehúsa a ponerse a trabajar hasta que no exista un buen número de empresas del ramo que se animen a contratarlo.
Y ya solo faltan dos.
El problema es que, para que valga ahora sí que la contribución, el proveedor debe aceptar pagar las mensualidades del caso y, además, ser socio del CIM. Una dualidad que está costando trabajo conseguir. Y que quién sabe si se logre.
De ahí que, a las empresas que les urge la información, se inclinen más por la contratación simultánea de dos (2) de los proveedores que componen la ya saturada parrilla de agencias de investigación que le están entrando al tema: ya son siete. Y contando.
La primera de ellas que solita se está eliminando es UPAX, del grupo de empresas de Ricardo Salinas, (sin comentarios) que, por pertenecer al consorcio de TV Azteca, siente que le está haciendo el favor a sus clientes, cuando las cosas son exactamente al revés: no todos somos pobres que compramos a base de abonos chiquitos, pero eternos y que, por lo mismo, tenemos que aguantar majadería y media de los empleados de Elektra, Banco Azteca, Italika y demás. A Dios gracias.
Ahora sí que seguimos informando: que nadie se mueva de sus asientos.