Específicamente hablando de Ciudad Juárez el fenómeno fue más notable: la Cámara de Comercio de la ciudad reportó que desde el 15 de abril al 29 de mayo, (por seis semanas) no hubo ni un solo espacio disponible para promover a políticos en espectaculares, vallas, autobuses y demás modalidades de mobiliario urbano. No hubo ni pa’dónde voltear. Y todo se vendió a precios de mercado, sin necesidad de los descuentos que antes se pedían. Es más: todo se pagó por adelantando.
¿Cómo les quedó el ojo, amigos propietarios de medios exteriores en otras partes de la República? Si el público chihuahuense está consciente de las bondades del medio exterior es porque los empresarios del ramo, allá, han invertido sus buenos recursos y tiempos en educar a la gente. Y ahora los resultados están a la vista: la inyección de recursos, se espera, dará un fuerte impulso a la iniciativa privada local con lo que tutti contenti.
Esperamos que la lección la aprendan los industriales de la CDMX, sobre todo, quienes siguen pensando que las cosas se solucionan por sí solas y no hacen nada para componer las malas rachas. Y cuidado: porque se avizoran buenos tiempos para la industria… pero hay que saber aprovecharlos.
Al punto, cabe recordar que, de acuerdo a su número de habitantes y por su infraestructura urbana, Juárez es una de las 10 más importantes de México y como tal puede tomarse de muestra para el resto. Porque, además, se trata de una lección, una cachetada con guante blanco, ya saben ustedes para quien.