Te invitamos a que un día de estos, querido lector, agarres tu auto y te la eches manejando, por el Circuito Interior de la CDMX, de Chapultepec al Aeropuerto. De inicio, entre Chapultepec y el Monumento a la Raza, te va a dar la impresión de que el medio exterior, por lo ahí visto, ya superó la pandemia y ya tiene casi todo vendido y ocupado: si acaso estará disponible entre un 15% y un 20%… ¡pero lo que le sigue! de La Raza al Aeropuerto todo, todo, está vacío.
Y que conste que hay muchas estructuras. Pero todas están vacías y lucen desoladas. ¿Qué está pasando… acaso somos ya dos países distintos y no nos hemos querido dar cuenta?
Si me permiten una observación basada en mi experiencia, todo parece indicar que los compradores de publicidad, sobre todo las agencias, se están yendo sobre las zonas de mayor poder adquisitivo y están dejando afuera a las que ellos consideran zonas Godínez.
Indebidamente porque, conforme a estadísticas por entero confiables, en esas partes de la CDMX lo que impera es clase media y con poder adquisitivo. Son zonas cubiertas a la perfección por todas las más importantes cadenas de autoservicios y supermercados, en los que la gente compra todo tipo de marcas… ¿que están esperando, entonces, los industriales del exterior para hacerse notar?
Porque las empresas con estructuras, en la calle y a nivel banqueta, ya demostraron, con hechos, que la gente tiene que vivir a pesar del COVID 19. A ellos, los publicistas del mobiliario urbano de la CDMX la pandemia les hizo lo que el viento a Juárez y ahora se yerguen como las poseedoras de la verdad sobre las fake news y las apreciaciones al tanteo de la mayoría de las agencias de medios quienes vaticinaron que la masa consumidora se iba a encerrar durante la cuarentena, (que ya es centena). Y no fue así. No fue así y las marcas se cayeron… ¿se van a seguir, con sus falacias, con las zonas Godínez?