Manuel Bartlett ha sido señalado culpable de los peores crímenes desde que fue Secretario de Gobernación con Miguel de la Madrid: ahí conoció a Jesús Hernández Torres, quien fue su Subsecretario de Radio, Cine y Televisión, luego su socio y siempre su prestanombres: juntos han logrado han logrado amasar, entre los dos, una fortuna que sobrepasa los mil millones de pesos.
Al descubrirse de manera reciente gracias a las fechorías de León Manuel Bartlett, hijo de quienes ustedes se imaginan y que no solo intentó vender unos respiradores al IMSS de Zoé Robledo cuatro veces más caros de lo que valen en el mercado sino que, también ha recibido diversos contratos del Ejército, la Marina y otras dependencias por más de 160 millones… ¿es que Leoncito no se sabe ganar la vida de una manera honrada más que con ayuda de su papá?
El cohete le está estallando en cara, boca y manos a Andrés Manuel López Obrador, quien sigue insistiendo en que en México ya no hay corrupción porque él ya no se la permite a nadie. Bueno, sí a sus cuates como Bartlett, sí. Quien, para acabarla de amolar, resultó dueño de la casa de Chihuahua 216, desde donde López Obrador hizo su última campaña presidencial, siempre prometiéndonos que se iba a acabar la corrupción. Y no se acaba. Al contrario, siento que ahora está peor.
Yo nunca creí extrañaría al priísmo, pero ya estoy viendo que sí. Porque López Obrador, aparte de inútil e inepto para el puesto que tiene, es un solapador tamaño cagüama. Todo lo cual nos lleva a la pregunta que ya antes hemos hecho aquí mismo: ¿por qué Bartlett padre no renuncia… por qué no renuncia si ya vimos que en la CFE nomás no está haciendo nada bien… qué busca… cuáles son los motivos que lo mueven, a sus 87 años, si se ha pasado la vida viviendo del presupuesto público, haciendo movidas que le han dado para ser dueño de más de 23 casas y de 12 empresas?
No, no: ya lo pensé bien. Mejor que no renuncie, que se quede donde está porque su desprestigio va a acabar con AMLO tarde que temprano. Y el presidente va a tener que irse en medio de los peores rechiflos en la historia. Por corrupto, aunque él lo niegue