En su momento, cuando el Senado aprobó dizque la Ley de Transparencia en los Medios, El Publicista recurrió al máximo especialista en la materia en este país, el abogado Saúl Mendoza para que él nos diera su opinión. Y él nos dijo: “no va a pasar nada”. Y, en efecto, no pasó nada. O, más bien, sí pasó porque no faltaron los vivales que les esquilmaron su buena lana a las personas que se dejaron asustar.
De ahí que ahora, cuando el Gobierno de la CDMX trata de pararse el cuello y nos amenaza con una nueva Ley de Publicidad Exterior 2022 para esta metrópoli, hayamos recurrido nuevamente al amigo. Quien, insistimos, es quien más sabe del aspecto legal en la industria del exterior en México y esto fue lo que nos dijo Saúl:
“El proyecto de ley no es nuevo, se redactó desde hace 10 años, en 2012 y desde entonces lo tenían detenido. El problema, con la industria, es que el padrón que existe es incompleto y las autoridades llevan décadas sin otorgar una sola licencia. Entonces, cuando uno llega ante SEDUVI con toda la documentación que se requiere para instalar una estructura de azotea, resulta que no hay quien otorgue ese permiso o licencia: lo que sí existe es un gran vacío que muchos aprovechan para instalarse en donde se les pega la gana.
De acuerdo al padrón, que se hizo hace 12 años, insisto, hay 4,600 espectaculares, de azotea o unipolares, instalados en la ciudad… solo que el conteo real nos arroja más de 12 mil bien colocados, vivitos y coleando, como quien dice. Existen ‘otros datos’. Así, con eso viene Claudia Sheinbaum y dice que son solo 400 estructuras. Y, cuando se da cuenta de que metió la pata, lanza al ruedo a Rafael Gómez Cruz, el titular de la SEDUVI y dice que no, que fue un error, que el número es de mil estructuras en el padrón… ¡otro error!
Todo lo cual nos revela a una autoridad sin capacidad, sin presupuesto para remover estructuras y sin experiencia. Los actuales funcionarios no conocen el día a día y así vienen a ofrecer reubicar a nivel banqueta a quien voluntariamente se baje de la azotea… ¡cuando en el piso tampoco hay lugares!
Tan solo de los 4800 anuncios registrados en el padrón se podrían cobrar casi 400 millones, al año, por concepto de licencia, a razón de 80 mil pesos cada una… pero llevan años sin hacerlo. Ahora multipliquen ustedes esa cantidad por tres, que es el número real de anuncios colocados y van a sacar un total más aproximado de lo que deja de entrar a las arcas del gobierno cada año… ¿por qué?
Porque, insisto, desde hace décadas nuestras autoridades son por entero ignorantes en la materia… ¿ustedes creen que así van a poder tomar al toro que ellos mismos echaron al ruedo?
Otra anomalía, una más: se habla de vialidades primarias, vías secundarias y corredores publicitarios… ¡pero no se especifica lo que debe entenderse en cada caso!
Conclusión
No se asusten. Para cualquier problema con esa ley yo les aconsejo asesorarse por profesionales, por abogados de verdad y no coyotes. Verán que para todo hay una salida”, concluyó el amigo.
Cualquier duda o comentario, escríbele al Lic. Saúl Mendoza saullaw@hotmail.com